“El tabaquismo en la
mujer es uno de los problemas sanitarios más alarmantes a nivel mundial… la
industria tabacalera ha encontrado en la mujer uno de sus mejores segmentos
para seguir enriqueciéndose”.
Conferencia “Mujer y el tabaco:
comprender el pasado, cambiar el futuro”
París, noviembre 1998
Y…como
lo prometido es deuda… continuamos con el artículo del día de ayer, 31 de mayo:
Día Mundial sin Tabaco. En el apartado anterior nos concentramos en los motivos
y políticas de prevención en el consumo del tabaco; en esta segunda aportación
haremos hincapié en los riesgos al organismo de la mujer que conlleva el
consumo y convivencia con el humo del cigarro.
DAÑOS
ORGÁNICOS EN NÚMEROS[1]
· El
cáncer de cuello uterino es de 2 a 3 veces más frecuente entre las mujeres
fumadoras
· Las
mujeres que fuman tienen un 25 por ciento mayor de probabilidad de contraer
cáncer de mama que aquellas que nunca han fumado
· El
riesgo de desarrollar cáncer cérvicouterino está relacionado con el número de
cigarrillos. 10 cigarrillos al día durante diez años ofrece una probabilidad
del 110% de contraer esta enfermedad.
· En
promedio, las mujeres fumadoras llegan a la menopausia 1 o 2 años antes que las
mujeres no fumadoras
· La
disfunción sexual femenina a causa del cigarro incluye falta de excitación,
dolor durante el intercurso o anorgasmia y su prevalencia oscila entre 38 y 48%
· Existe
una probabilidad del 69% de contraer el Virus del Papiloma Humano en
contraposición con las mujeres no fumadoras
· Las
fumadoras tienen el doble de probabilidad de sufrir un ataque cardiaco y un 25%
más de riesgo que los hombres de desarrollar una enfermedad cardiaca coronaria.
Lo anterior no exime a los hombres, los excusa o
“los hace inmunes” en el consumo del tabaco, reiteramos el enfoque del tabaco
en la mujer por cuestiones del rol de género que desempeñan, así como aspectos
sexuales y reproductivos. Sin embargo es ampliamente sabido que el daño es muy
alto para ambos (hombres y mujeres) y que en el ámbito de lo masculino se eleva
la probabilidad de contraer cáncer de testículo, impotencia sexual y/o niveles
bajos de esperma, entre muchas otras complicaciones de salud.
En vista de lo expuesto, resulta aún más
alarmante que mujeres y hombres adolescentes entre 13 y 15 años se inicien en
el consumo del tabaco. ¿Qué futuro espera a las adolescentes si se consolidan
como fumadoras crónicas? ¿duplicarían o triplicarían el número de enfermedades
y fallecimientos que hoy se registran a partir de los 35 años? La clave se encuentra
en prevenir la adicción y que se implementen las políticas del Convenio Marco
para el Control del Tabaco, con las cuales se comprometió México.
Esas y muchas otras razones son las que motivan
al Odesyr a seguir trabajando en implementar dichas políticas que benefician a
una mayoría y regulan el consumo de un producto que resulta dañino, no solo a
la salud, sino a la economía del Estado, pues se gasta menos en el consumo que
en el sector salud para contrarrestar los efectos nocivos del tabaco.
Información extraída del folleto: Mujeres y...¿Tabaco? ...Ni de regalo, Códice, 2016.
[1]
Datos extraídos de Raúl H. Sansores y Alejandra Ramírez-Venegas. Ediciones del
instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosio Villegas, México,
2011.
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